Cuando se está haciendo un tratamiento para descenso de peso surge la duda con qué frecuencia uno debe pesarse para llevar un buen control.
Pesarse todos los días puede generar estrés o causar ansiedad al enfrentarse a las fluctuaciones de peso.
Siempre hay que pesarse en el mismo horario preferentemente antes del desayuno, con la misma balanza y con la mínima cantidad de ropa.
No obstante, aunque mantengamos estos parámetros constantes, el peso fluctúa según si la vejiga está vacía o no; si hay retención de líquidos o no. La retención de líquidos puede presentarse en estados de hipertensión, en el estado pre-menstrual y otros.
Vemos que es más conveniente pesarse una vez por semana que todos los días. Se mantiene mejor así la adherencia al plan alimentario y enfrentar el desafío del resultado.
La elección del día también puede ser personal, pero en realidad no conviene los lunes pues generalmente hay aumento de peso al haber alteración de la alimentación habitual en el fin de semana. Si elegimos el viernes y el resultado es beneficioso puede que nos relajemos y no cumplir bien las pautas, por lo tanto, un buen día podría ser el miércoles.
Con los datos de peso obtenidos es conveniente realizar la curva de peso.
Nut. Tatiana Landeta
Licenciada en Nutrición y Dietética